El menor reside junto a su madre Leonarda Capellán en el barrio Colinas de Santa Lucía del sector Cienfuegos, de Santiago.
El hecho sucedió cuando el niño visitaba a su primo, en el tercer nivel en una casa en construcción cuando le puso las manos al cableado eléctrico.
Esto le provocó el desprendimiento de cuatro dedos de los pies y le afectó sus dos brazos.

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