La procuradora general de la República resalta la importancia de la vocación de servicio, al fungir como anfitriona en el recibimiento de los escogidos por los órganos del Ministerio Público en un concurso de oposición
SANTO DOMINGO (República Dominicana).- “Ser fiscal no es una mera profesión; es un ministerio público. La palabra “ministerio” no es casual. Significa servicio, devoción, dedicación a una causa muchas veces más grande que uno mismo. Esta es una causa por la justicia, por tutelar derecho y por construir un mejor país”.
Con estas palabras ofreció la bienvenida la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, a los 133 profesionales del Derecho que ingresan al programa de capacitación inicial con nivel de maestría en Ciencias Penales, como parte de la culminación de la primera etapa de selección del Concurso Público de Oposición para Aspirantes a Fiscalizador lanzado en 2024 por el Instituto de Educación Superior Escuela Nacional del Ministerio Público (IES-ENMP).
“Su trabajo, sus decisiones y sus acciones cotidianas, tendrán un impacto directo y profundo en la vida de las personas”, indicó Reynoso a los aspirantes. “La sociedad, las leyes, le otorga el poder de proteger al inocente, de perseguir al culpable y de defender los derechos de todos los ciudadanos, pero nunca olviden que es un poder que viene con una gran responsabilidad”, dijo la procuradora Reynoso, anfitriona del evento, en su calidad de presidenta del Consejo Académico del IES-ENMP y del Consejo Superior del Ministerio Público.
El acto de recibimiento estuvo encabezado por Marien Montero Beard, rectora del IES-ENMP, así como Dante Castillo, Servio Tulio Castaños Guzmán y Héctor Pereyra, miembros del Consejo de la academia.
También, por Isis de la Cruz, José del Carmen Sepúlveda, Denny Silvestre Zorrilla y Merlín Mateo Sánchez, del Consejo Superior del Ministerio Público.
La rectora Montero Beard resaltó el programa que cursarán los profesionales del Derecho que ingresan a la carrera del Ministerio Público. Indicó que el instituto abre sus puertas a los 133 mejores perfiles (85 mujeres y 48 hombres) para insertarse al programa de capacitación inicial con nivel de maestría en Ciencias Penales.
En el proceso de selección se recibieron 1,149 expedientes de las distintas jurisdicciones del país.
“Este programa ha sido rediseñado por instrucciones de la máxima autoridad, con un enfoque actual y niveles de excelencia propios de las funciones del fiscalizador actual y como demandan los nuevos tiempos, requisito indispensable para la entrada a la carrera del Ministerio Público”, indicó.
“Hoy día, cuando la criminalidad representa un gran desafío para las autoridades, se requiere de un Ministerio Público cada vez más capacitado para dirigir una investigación eficaz, que concluya con una sanción justa”, sostuvo Montero Beard en el acto de recibimiento, celebrado la tarde de este martes en uno de los salones del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex).
Al filo de lo desafiante
Al recibir al grupo que ingresa a la carrera del Ministerio Público, la procuradora general recordó que “ser fiscal es una decisión de vida”. “Es vivir al filo de lo desafiante, a la distancia de lo incorrecto y en el centro de lo justo”.
Recordó que su legado se medirá por la calidad de la justicia que contribuyan a impartir, por la transparencia de sus actos y por la eficiencia de su trabajo. “Se medirá por la confianza que logren construir entre la ciudadanía y las instituciones de justicia”, indicó.
“El sistema de justicia es tan fuerte como los profesionales y las personas que lo sustentan sobre sus hombros. Ustedes son, a partir de ahora, parte de una de las vigas que sostiene ese sistema de justicia”, resaltó, al exhortarlos a actuar con objetividad, transparencia y eficiencia.
“La objetividad les exigirá que, en ocasiones, tomen decisiones impopulares, que se enfrenten a poderosos o que incluso reconozcan la inocencia de alguien a quien antes creían culpable”, indicó.
Sostuvo que el verdadero coraje de un fiscal será el seguir las evidencias hasta donde le lleven, y aceptar el resultado, aún en contra de lo que creía inicialmente que era lo correcto.
“La objetividad es la garantía de un proceso justo y, por ende, de una justicia que la gente pueda respetar y en la que pueda confiar”, indicó la procuradora general de la República.
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