NUEVA YORK._ Un farmacéutico de Boston que por años se dedicaba a traficar medicinas recetadas a través de la Internet a la República Dominicana, fue condenado esta semana a 5 años de cárcel por un juez federal de Massachusetts. Baldwin Ihenacho, residente en la ciudad de Dorcester fue arrestado en el 2008 y sentenciado por el magistrado Richard G. Stearns a quien, entre profusas lágrimas le pidió clemencia. “Pido perdón a mi familia, amigos y a este tribunal por lo que hice, fue una traición a mi familia, mis amigos, mi profesión y también traicioné los principios básicos con los que me criaron”, exclamó el condenado buscando que se le dejara en libertad condicional para no ir a prisión.
Su abogado le pasó un vaso de agua, pero el reo rechazó la cortesía y siguió pidiendo clemencia, sofocado por las lágrimas. Se le halló culpable de 30 cargos por distribución de sustancias controladas y lavado de dinero.
Las medicinas que Ihenacho enviaba a la República Dominicana no eran recetadas, por lo que también se la acusó de estafa. Los envíos se hacían a través de la empresa de cargo DHL y desde la farmacia del contrabandista en Dorcester, principal base de la operación ilegal, se transferían los pedidos a Chicago de donde eran despachados a la República Dominicana.
El condenado que había cumplido 38 meses en la cárcel desde que fue detenido y de 58 años de edad, tendrá recibió la sentencia adicional de los 5 años por nuevas evidencias halladas en las investigaciones y acusaciones extras.
La esposa de Ihenacho, Gladys fue hallada culpable de igual modo por el mismo delito y será sentenciada el 9 de mayo. A un acusado de Chicago se le anularon los cargos porque el juez Stearns encontró incompetencia en el manejo de las evidencias.
Ihenacho fue declarado culpable en agosto del 2011 y dijo ayer que asumía la responsabilidad por sus crímenes, admitiendo que estaba desafiando la recomendación de su abogado de no hacerlo y trató de limpiar a su esposa de la que dijo, no sabía nada de lo que él estaba haciendo.
La Fiscal Federal Adjunta Shelbey D. Wright pidió al juez que condenara a 10 años a Ihenacho, alegando que a pesar de su trayectoria e historia positiva en la comunidad, se desvió de la ruta para convertirse en un criminal.
Al pedir clemencia, el condenado le contó al juez que vive en una estrecha celda con un criminal de 21 años que le cuenta cómo asesinó a su víctima, tiene que hacer sus necesidades fisiológicas delante de su compañero de barrotes, lo que le da vergüenza.
También detalló que su casa está hipotecada y con posibilidades de perderse, que su esposa no tiene dinero y está criando a sus hijos sola. Habló de la angustia de poder ver a sus hijos creciendo junto a él. El menor es un jugador escolar de fútbol americano y la hembra animadora de un equipo del mismo deporte.
El juez dijo que el caso de Ihenacho tiene todas las características de una tragicomedia de Shakespeare.
El abogado de Ihenacho pidió al tribunal sentenciarlo a tiempo cumplido.
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